Guionista, realizador y periodista toledano, la carrera profesional de Lisardo García Bueno ha transcurrido vinculada a los informativos de TVE y a sus espacios más reconocidos, como “Vivir cada día”, - uno de los programas más emblemáticos de la historia de TVE y referente en la transformación del reportaje y el documental durante la Transición y los primeros años de la democracia en España -, Documentos TV, En Portada o Informe Semanal, donde trabajó dieciséis años. Lisardo García Bueno será el protagonista da RetrospectiVelo, la sección de retrospectiva que incluirá el I Festival Internacional de Cine Rural Carlos Velo, que se celebrará en Cartelle, Amoroce (Ourense) y en otros puntos de la geografía gallega del 20 al 22 de junio.
“Cartas de una familia”; “Mataluega, comedia rural en cuatro actos”; “Yoyes”, emitido en Documentos TV y ganador de la Ninfa de Plata en el XXIX Festival Internacional de Montecarlo (1989) y del Premio Ondas Internacional (1989); “Ramón Mercader, crimen y castigo”, premio IMPUT 1991; El testamento del Hombre de la Selva; Primer Premio en la Mostra de Cinema Internacional del Mediterráneo. Sección Documental. 1989; “En el corazón de las tinieblas”, Premio BANF Canadá 1993; “Brasil, la lucha por la tierra”, premio Manos Unidas 2002 o “El legado de Mandela”, son sólo algunos de los 15 trabajos que podrán visionarse durante el festival.
Lisardo García Bueno es además el presidente del jurado , compuesto por académicos y profesionales del medio audiovisual, que habrá de deliberar sobre cuáles de los más de 150 trabajos recibidos merecen ser los ganadores de esta I edición del Festival Internacional de Cine Rural Carlos Velo.
Lisardo García Bueno es además el presidente del jurado , compuesto por académicos y profesionales del medio audiovisual, que habrá de deliberar sobre cuáles de los más de 150 trabajos recibidos merecen ser los ganadores de esta I edición del Festival Internacional de Cine Rural Carlos Velo.
L.P. ¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este? ¿Cómo fuiste captado para la causa FICCV?
L.G.B. En Galicia estoy por amor; por amor a mi chica que es gallega, y por amor a esta tierra, porque mola. Vivíamos en Madrid con nuestros tres hijos y llegó el día en que ella me dijo: "es hora de volver a Galicia", yo acababa de cerrar una etapa profesional de 35 años en TVE y pensé que era una buena tierra para reinventarme. Y andaba yo en esa reinvención de mí mismo, cuando apareció Aser Álvarez, codirector de este primer FICCV y me propuso colaborar en él. Como aprecié en Aser un tipo estupendo que me recordó a los magos de la amistad, enloquecido, simpático, embaucador, marchoso y un apasionado del documental audiovisual, me dije, ¡¡uff!! "otro que vive en permanente estado de reinvención", y le dije que sí a todo, bueno, a todo lo que tuviera que ver con el Audiovisual.
Colaborar en la creación de un proyecto como este es un placer, por lo que representa, una nueva experiencia y un reto. El haber pensado en mí para presidir el jurado de este festival y en el que se va a presentar una retrospectiva de mis trabajos, es un honor por el que me siento muy agradecido. Además el estar rodeado de gente joven, con inquietudes culturales, que por amor a la belleza del cine se lanzan a una aventura así, me parece muy, pero que muy gratificante. Además, Lareira Pop y Arraianos, me parecen unos nombres tan sugerentes, tan bonitos, que guardan en sí mismos un significado tan potente, que me dije: "aquí hay buen rollo..., de aquí tiene que salir algo interesante".
L.G.B. En Galicia estoy por amor; por amor a mi chica que es gallega, y por amor a esta tierra, porque mola. Vivíamos en Madrid con nuestros tres hijos y llegó el día en que ella me dijo: "es hora de volver a Galicia", yo acababa de cerrar una etapa profesional de 35 años en TVE y pensé que era una buena tierra para reinventarme. Y andaba yo en esa reinvención de mí mismo, cuando apareció Aser Álvarez, codirector de este primer FICCV y me propuso colaborar en él. Como aprecié en Aser un tipo estupendo que me recordó a los magos de la amistad, enloquecido, simpático, embaucador, marchoso y un apasionado del documental audiovisual, me dije, ¡¡uff!! "otro que vive en permanente estado de reinvención", y le dije que sí a todo, bueno, a todo lo que tuviera que ver con el Audiovisual.
Colaborar en la creación de un proyecto como este es un placer, por lo que representa, una nueva experiencia y un reto. El haber pensado en mí para presidir el jurado de este festival y en el que se va a presentar una retrospectiva de mis trabajos, es un honor por el que me siento muy agradecido. Además el estar rodeado de gente joven, con inquietudes culturales, que por amor a la belleza del cine se lanzan a una aventura así, me parece muy, pero que muy gratificante. Además, Lareira Pop y Arraianos, me parecen unos nombres tan sugerentes, tan bonitos, que guardan en sí mismos un significado tan potente, que me dije: "aquí hay buen rollo..., de aquí tiene que salir algo interesante".
L.P. Desde la organización del FICCV, creemos que esta primera edición va a ser un buen termómetro para testar la salud de la temática rural, tanto en España como en otros países, además de poder constatar qué tal anda de fuerzas el género documental. Desde tu punto de vista de médico experimentado ¿vivirá el paciente?
LGB. Viendo donde surge este festival internacional de cine, me parece muy acertada la vertiente rural con la que quiere reivindicarse. Lo rural tiene futuro, si sobrevivió al desarrollismo de los años 60 alentado por los políticos del franquismo que generó la dispersión familiar en los pueblos y aldeas y el aislamiento rural y el abandono en los 70 y en los 80, ahora, que las metrópolis urbanas españolas, se deshacen por la crisis, los desahucios, la corrupción, el paro y tanta mierda, lo rural, debe convertirse en alternativa para un pueblo tan trabajador, tan honesto y tan marchoso como es el español. Hay que reivindicar el campo, la tierra, los ríos, el mar, las montañas de Galicia, Castilla, Euskadi, Andalucía, Cataluña, Levante, Aragón, Asturias etc.
Es que este país es muy grande, muy variado y hermoso ecológicamente y tiene que vivir en equilibrio, y ese equilibrio pasa por recuperar la vida rural. Tenemos que promocionar y estimular el ámbito de lo rural en las generaciones de lo virtual, en los nativos de las redes sociales, en las familias obreras, en los profesionales y entre las fórmulas para lograrlo, está sin duda, una manifestación cultural tan atractiva como puede ser este festival internacional de cine Carlos Velo. Las manifestaciones culturales de este tipo pueden funcionar como ventanas abiertas a una realidad que está ahí, al alcance de la mano. Una realidad que debe mantener viva nuestras raíces. Nuestros padres, nuestros antepasados, nosotros mismos, en gran medida, pertenecemos y estamos en deuda con el espacio rural. Un espacio que es un semillero de historias para contar a través del cine documental, un formato idóneo para narrar la realidad que fue y que nos acontece. Una realidad vivida que nos fascina hasta soñar con ella y convertirla en ficción. Una fuente de inspiración que nos ayuda a inventar historias, a realizar películas.
Desde los padres del documental de principios del siglo XX, Flaherty, Vertov o Grierson, pasando por el neorrealismo italiano, por Buñuel, el Direct Cinema norteamericano, el Cinéma Vérité, La Nouvelle Vague francesa, hasta Bertolucci, Iñárritu o Montxo Armendáriz, todos, cineastas y corrientes cinematográficas han creado teniendo como referente el mundo rural. Yo creo que el documental siempre ha gozado de buena salud y seguirá vivo, por esa necesidad que el cineasta tiene de contar historias cotidianas, historias reales, por hacer cine de rostros humanos, por hacer verdad aquello de que "el hombre es imagen" que decía Borges.
LGB. Viendo donde surge este festival internacional de cine, me parece muy acertada la vertiente rural con la que quiere reivindicarse. Lo rural tiene futuro, si sobrevivió al desarrollismo de los años 60 alentado por los políticos del franquismo que generó la dispersión familiar en los pueblos y aldeas y el aislamiento rural y el abandono en los 70 y en los 80, ahora, que las metrópolis urbanas españolas, se deshacen por la crisis, los desahucios, la corrupción, el paro y tanta mierda, lo rural, debe convertirse en alternativa para un pueblo tan trabajador, tan honesto y tan marchoso como es el español. Hay que reivindicar el campo, la tierra, los ríos, el mar, las montañas de Galicia, Castilla, Euskadi, Andalucía, Cataluña, Levante, Aragón, Asturias etc.
Es que este país es muy grande, muy variado y hermoso ecológicamente y tiene que vivir en equilibrio, y ese equilibrio pasa por recuperar la vida rural. Tenemos que promocionar y estimular el ámbito de lo rural en las generaciones de lo virtual, en los nativos de las redes sociales, en las familias obreras, en los profesionales y entre las fórmulas para lograrlo, está sin duda, una manifestación cultural tan atractiva como puede ser este festival internacional de cine Carlos Velo. Las manifestaciones culturales de este tipo pueden funcionar como ventanas abiertas a una realidad que está ahí, al alcance de la mano. Una realidad que debe mantener viva nuestras raíces. Nuestros padres, nuestros antepasados, nosotros mismos, en gran medida, pertenecemos y estamos en deuda con el espacio rural. Un espacio que es un semillero de historias para contar a través del cine documental, un formato idóneo para narrar la realidad que fue y que nos acontece. Una realidad vivida que nos fascina hasta soñar con ella y convertirla en ficción. Una fuente de inspiración que nos ayuda a inventar historias, a realizar películas.
Desde los padres del documental de principios del siglo XX, Flaherty, Vertov o Grierson, pasando por el neorrealismo italiano, por Buñuel, el Direct Cinema norteamericano, el Cinéma Vérité, La Nouvelle Vague francesa, hasta Bertolucci, Iñárritu o Montxo Armendáriz, todos, cineastas y corrientes cinematográficas han creado teniendo como referente el mundo rural. Yo creo que el documental siempre ha gozado de buena salud y seguirá vivo, por esa necesidad que el cineasta tiene de contar historias cotidianas, historias reales, por hacer cine de rostros humanos, por hacer verdad aquello de que "el hombre es imagen" que decía Borges.
LP. Para muchos amantes del género documental y del periodismo de "a pie de obra", muchos de tus documentales son auténticos referentes que han hecho escuela, no sólo por las temáticas seleccionadas, siempre de gran interés y compromiso social, sino también porque "bailan agarrao" con la realidad filmada. ¿Crees que las recientes generaciones han podido perder algo de esa frescura, de esa inmersión real, tan necesaria para contar buenas historias?
LGB. Yo por la experiencia adquirida dando clases en la facultad, noto que los jóvenes quieren hacer cortos, muchos cortos, les mola "el circo" que se mueve en torno al cine, las movidas de los rodajes... Parece que se va pasando la ola del video arte, de las “comeduras de coco” y de “las pajas mentales” y que ¡ojo!, no las critico, porque ayudan a la creatividad, son fuentes de inspiración, maquetas mentales sobre las que se sedimentan proyectos futuros y eso esta muy bien. Pero hay otros senderos, hay que salir a la calle, patear los pueblos, mezclarse con la gente, recuperar valores que se han perdido, aceptar que el compromiso social y político nos ayudará a todos, jóvenes y mayores a ser mejores, que la vida está ahí, que no hay necesidad de inventársela. No rechazo la ficción, pero la haremos mejor si nos manchamos los pies de barro. Eso es algo que tengo claro después de muchos años de profesión haciendo reportajes y documentales.
El marco teórico está bien porque nos conexiona con otras ideas y con diferentes corrientes cinematográficas. Teorizar ayuda a mejorar y pulir el conocimiento de los jóvenes, pero también hay que incentivarles a salir a la calle y acompañarles y enseñarles sobre la aventura de las grabaciones y los rodajes. Yo creo que a la gente, al público, a los espectadores, les gusta verse reflejados en la tele, en el cine. Les gusta sentir que no están solos, que hay gente como ellos, con los mismos problemas, con las mismas alegrías, con los mismos sueños y los documentales, las películas, funcionan como verdaderos escáner de la sociedad, son espejos del alma ciudadana. Y administrarlos con sabiduría, haciendo brotar emociones y sentimientos, llamando a la reflexión o al simple entretenimiento, es una tarea que ennoblece esta profesión.
Está muy bien que los jóvenes se empapen de teorías porque forman parte de la sabiduría y del conocimiento, de proyectos envueltos en sueños porque incentivan la imaginación, pero también es fundamental que reflexionen sobre lo que hay después de apretar el play de la cámara, porque detrás de ese acto, está la propia vida. Y captarla tal y como es, es muy excitante, y la mejor fuente para contar una buena historia. Hay que pensar, reflexionar, hay que currar mucho y divertirse cuando se hace un reportaje, un documental, una película, y sinceramente creo en los jóvenes que son capaces de sentir y trabajar por algo así.
LGB. Yo por la experiencia adquirida dando clases en la facultad, noto que los jóvenes quieren hacer cortos, muchos cortos, les mola "el circo" que se mueve en torno al cine, las movidas de los rodajes... Parece que se va pasando la ola del video arte, de las “comeduras de coco” y de “las pajas mentales” y que ¡ojo!, no las critico, porque ayudan a la creatividad, son fuentes de inspiración, maquetas mentales sobre las que se sedimentan proyectos futuros y eso esta muy bien. Pero hay otros senderos, hay que salir a la calle, patear los pueblos, mezclarse con la gente, recuperar valores que se han perdido, aceptar que el compromiso social y político nos ayudará a todos, jóvenes y mayores a ser mejores, que la vida está ahí, que no hay necesidad de inventársela. No rechazo la ficción, pero la haremos mejor si nos manchamos los pies de barro. Eso es algo que tengo claro después de muchos años de profesión haciendo reportajes y documentales.
El marco teórico está bien porque nos conexiona con otras ideas y con diferentes corrientes cinematográficas. Teorizar ayuda a mejorar y pulir el conocimiento de los jóvenes, pero también hay que incentivarles a salir a la calle y acompañarles y enseñarles sobre la aventura de las grabaciones y los rodajes. Yo creo que a la gente, al público, a los espectadores, les gusta verse reflejados en la tele, en el cine. Les gusta sentir que no están solos, que hay gente como ellos, con los mismos problemas, con las mismas alegrías, con los mismos sueños y los documentales, las películas, funcionan como verdaderos escáner de la sociedad, son espejos del alma ciudadana. Y administrarlos con sabiduría, haciendo brotar emociones y sentimientos, llamando a la reflexión o al simple entretenimiento, es una tarea que ennoblece esta profesión.
Está muy bien que los jóvenes se empapen de teorías porque forman parte de la sabiduría y del conocimiento, de proyectos envueltos en sueños porque incentivan la imaginación, pero también es fundamental que reflexionen sobre lo que hay después de apretar el play de la cámara, porque detrás de ese acto, está la propia vida. Y captarla tal y como es, es muy excitante, y la mejor fuente para contar una buena historia. Hay que pensar, reflexionar, hay que currar mucho y divertirse cuando se hace un reportaje, un documental, una película, y sinceramente creo en los jóvenes que son capaces de sentir y trabajar por algo así.
LP. ¿Algún documental que debería hacerse y que en tu opinión todavía no se ha hecho?
LGB. Me sorprende que Televisión Española no haya hecho todavía un buen documental sobre José Mújica, Presidente de Uruguay. Sé que “Salvados” en la Sexta ha realizado un programa sobre él y seguro que Évole y su equipo lo habrán hecho muy bien. Millás en “El País” hizo un buen trabajo en prensa escrita sobre el mismo personaje… No entiendo como un programa como “En Portada” de TVE, con guionistas y sobre todo realizadores de gran nivel, no ha realizado un documental sobre este grandísimo personaje que es Mújica y sobre el Uruguay de hoy. En fin, se han hecho cosas, entrevistas…, pero este personaje se merece un documental en el sentido amplio de la palabra, bueno, muy bueno que aún yo no he visto en España.
Tampoco he visto ningún documental que recoja la vida cotidiana, el día a día, durante un largo periodo de tiempo, de una familia en paro, con el desahucio que les llama a saltar por la ventana, que pasa hambre y en donde no hay un euro; una familia de trabajadores que hasta hace poco ha vivido con dignidad, sin alardes pero sin miseria ni marginalidad; una familia normal, obrera, representativa de una España real en la que hoy hay millones como ella y que vive desesperadamente. Es una tragedia que se ve, que está ahí, y que aún no se ha tratado en formato documental como se merece.
En fin, no sé…, se hacen muchas cosas interesantes, pero al mismo tiempo tengo la sensación de que faltan muchas por hacer. A mí por ejemplo, me gustaría hacer una serie documental sobre Las Fronteras y en plan más conceptual, sobre Los Cinco Sentidos del ser humano; realizar un documental sobre el gusto o el olfato, no me digas que no es un reto…
LGB. Me sorprende que Televisión Española no haya hecho todavía un buen documental sobre José Mújica, Presidente de Uruguay. Sé que “Salvados” en la Sexta ha realizado un programa sobre él y seguro que Évole y su equipo lo habrán hecho muy bien. Millás en “El País” hizo un buen trabajo en prensa escrita sobre el mismo personaje… No entiendo como un programa como “En Portada” de TVE, con guionistas y sobre todo realizadores de gran nivel, no ha realizado un documental sobre este grandísimo personaje que es Mújica y sobre el Uruguay de hoy. En fin, se han hecho cosas, entrevistas…, pero este personaje se merece un documental en el sentido amplio de la palabra, bueno, muy bueno que aún yo no he visto en España.
Tampoco he visto ningún documental que recoja la vida cotidiana, el día a día, durante un largo periodo de tiempo, de una familia en paro, con el desahucio que les llama a saltar por la ventana, que pasa hambre y en donde no hay un euro; una familia de trabajadores que hasta hace poco ha vivido con dignidad, sin alardes pero sin miseria ni marginalidad; una familia normal, obrera, representativa de una España real en la que hoy hay millones como ella y que vive desesperadamente. Es una tragedia que se ve, que está ahí, y que aún no se ha tratado en formato documental como se merece.
En fin, no sé…, se hacen muchas cosas interesantes, pero al mismo tiempo tengo la sensación de que faltan muchas por hacer. A mí por ejemplo, me gustaría hacer una serie documental sobre Las Fronteras y en plan más conceptual, sobre Los Cinco Sentidos del ser humano; realizar un documental sobre el gusto o el olfato, no me digas que no es un reto…
LP. Por último, además de colaborar en el FICCV, hecho que agradecemos enormemente ¿Tienes balas en la recámara que quieras compartir con nosotros? ¿Alguna sorpresa por ver la luz?
LGB. Los dos últimos años he estado entregado a la realización de mi tesis doctoral, y ahora estoy en esa fase de merecido descanso. Por un lado, me gustaría aportar mis conocimientos adquiridos en el terreno profesional como guionista y realizador de televisión a la actividad docente. La tesis doctoral me ha enseñado a teorizar sobre mi experiencia profesional, y eso podía interesar a jóvenes inquietos. Creo que sé algunas cosas que podían complementar la formación académica de jóvenes universitarios de Ciencias de la Comunicación. Ya he probado, y eso me interesa.
Por otro lado, me gusta seguir aprendiendo y experimentar en la creación de nuevos documentales. Últimamente estoy colaborando con mi hijo mayor y su productora Sintagma en un documental que no desvelo por respeto y discreción al resto de las personas implicadas. Es un proyecto que me emociona y al mismo tiempo me desconcierta por trabajar con mi propio hijo y otros documentalistas jóvenes y vitalistas autores de la idea. Es un proceso de experimentación curioso, caótico y fantástico, en el que confío, sobre todo, por el mestizaje de ideas, que sólo puede deparar un documental potente e importante para Galicia.
L.P: ¡Muchísimas gracias Lisardo!
LGB. Los dos últimos años he estado entregado a la realización de mi tesis doctoral, y ahora estoy en esa fase de merecido descanso. Por un lado, me gustaría aportar mis conocimientos adquiridos en el terreno profesional como guionista y realizador de televisión a la actividad docente. La tesis doctoral me ha enseñado a teorizar sobre mi experiencia profesional, y eso podía interesar a jóvenes inquietos. Creo que sé algunas cosas que podían complementar la formación académica de jóvenes universitarios de Ciencias de la Comunicación. Ya he probado, y eso me interesa.
Por otro lado, me gusta seguir aprendiendo y experimentar en la creación de nuevos documentales. Últimamente estoy colaborando con mi hijo mayor y su productora Sintagma en un documental que no desvelo por respeto y discreción al resto de las personas implicadas. Es un proyecto que me emociona y al mismo tiempo me desconcierta por trabajar con mi propio hijo y otros documentalistas jóvenes y vitalistas autores de la idea. Es un proceso de experimentación curioso, caótico y fantástico, en el que confío, sobre todo, por el mestizaje de ideas, que sólo puede deparar un documental potente e importante para Galicia.
L.P: ¡Muchísimas gracias Lisardo!