Marieta Alonso
Marieta es una sonrisa que camina por la vida endulzando los días con su acento cubano. Sus cuentos son como una barra libre de apetitosos bocados, a cada cual más rico y más tentador. Con ¿Habla usted cubano? de la Editorial El Pez Volador, Marieta prepara un sabroso menú variado que nos deja con ganas de más.
L.P.: ¿Quién más es Marieta Alonso?
M.A.: Nunca me he analizado y no sé qué más podría decir de mí, después de leer lo que habéis escrito vosotros. ¡Qué palabras tan bonitas! A nadie se las había oído decir antes. Tendré que enmarcarlas y ponerlas en la cabecera de mi cama.
¿Qué más? Si hago honor a la verdad, la opinión que tengo de mí a veces no concuerda con la de otros. Intento ser un dechado de virtudes como pienso que desea cualquier hijo de vecino y no siempre lo consigo. Hay personas que sacan lo mejor que hay en mí y otras lo peor. Lo que sí he aprendido con los años es que la risa, el no ir siempre con el hacha en posición de ataque, el buscar el lado bueno de las cosas, el callar a tiempo, genera tolerancia y ayuda a sobrevivir en tiempos difíciles.
Marieta es una sonrisa que camina por la vida endulzando los días con su acento cubano. Sus cuentos son como una barra libre de apetitosos bocados, a cada cual más rico y más tentador. Con ¿Habla usted cubano? de la Editorial El Pez Volador, Marieta prepara un sabroso menú variado que nos deja con ganas de más.
L.P.: ¿Quién más es Marieta Alonso?
M.A.: Nunca me he analizado y no sé qué más podría decir de mí, después de leer lo que habéis escrito vosotros. ¡Qué palabras tan bonitas! A nadie se las había oído decir antes. Tendré que enmarcarlas y ponerlas en la cabecera de mi cama.
¿Qué más? Si hago honor a la verdad, la opinión que tengo de mí a veces no concuerda con la de otros. Intento ser un dechado de virtudes como pienso que desea cualquier hijo de vecino y no siempre lo consigo. Hay personas que sacan lo mejor que hay en mí y otras lo peor. Lo que sí he aprendido con los años es que la risa, el no ir siempre con el hacha en posición de ataque, el buscar el lado bueno de las cosas, el callar a tiempo, genera tolerancia y ayuda a sobrevivir en tiempos difíciles.
L.P.: ¿De dónde te viene el gusto por escribir?
M.A.: Quizás como me gusta tanto leer una cosa me ha llevado a la otra. Disfruto con ello. Para mí es una necesidad tomar lápiz y papel y expresar todo lo que bulle en mi mente, lo que oigo en el autobús, en un mercado, en una cafetería. No es que siempre esté con el oído atento pero las conversaciones ajenas son una gran fuente de inspiración. En ocasiones pierdo el hilo de lo que me dicen mis amigos, tengo que volver a releer un párrafo de lo leído, o me río sola, por estar contándome una historia. Es frecuente que un personaje tome asiento en mi cabeza, comienzo a escribir sobre él y sin darme cuenta cobra vida. Intento llevarle por el camino que he trazado, mi camino, pero es él quien me lleva por el suyo, sin mi consentimiento. Con algún que otro protagonista de mis cuentos he discutido y no nos hemos vuelto a hablar hasta que los dos hemos cedido y es entonces cuando fumamos la pipa de la paz. Así la historia sigue su curso.
L.P.: ¿De qué está hecho Habla usted cubano?
M.A.: Son veintiséis cuentos que se encuadran en cinco secciones: Deslices, Inocencia, Entelequias, Locuras de amor, Barbaries. En la primera los cuentos hablan de ese idioma maravilloso que es el español, el nuestro, en sus distintas vertientes. La segunda habla de… mejor es que leáis el libro y saquéis vuestras propias conclusiones.
L.A.: Cuéntanos un poco acerca de tu blog Cuentos de Marieta.
M.A.: Nunca pensé que un blog pudiera dar tantas satisfacciones. Cada mes publico tres de mis cuentos, luego poesías, colaboraciones, discursos, paseos, personajes, lo que me guste o me llame la atención. Por las mañanas compruebo las visitas recibidas el día anterior y me emociona pensar que puedo compartir mis inquietudes literarias con tantas personas de tan diferentes países. Esto de las nuevas tecnologías parece magia.
M.A.: Quizás como me gusta tanto leer una cosa me ha llevado a la otra. Disfruto con ello. Para mí es una necesidad tomar lápiz y papel y expresar todo lo que bulle en mi mente, lo que oigo en el autobús, en un mercado, en una cafetería. No es que siempre esté con el oído atento pero las conversaciones ajenas son una gran fuente de inspiración. En ocasiones pierdo el hilo de lo que me dicen mis amigos, tengo que volver a releer un párrafo de lo leído, o me río sola, por estar contándome una historia. Es frecuente que un personaje tome asiento en mi cabeza, comienzo a escribir sobre él y sin darme cuenta cobra vida. Intento llevarle por el camino que he trazado, mi camino, pero es él quien me lleva por el suyo, sin mi consentimiento. Con algún que otro protagonista de mis cuentos he discutido y no nos hemos vuelto a hablar hasta que los dos hemos cedido y es entonces cuando fumamos la pipa de la paz. Así la historia sigue su curso.
L.P.: ¿De qué está hecho Habla usted cubano?
M.A.: Son veintiséis cuentos que se encuadran en cinco secciones: Deslices, Inocencia, Entelequias, Locuras de amor, Barbaries. En la primera los cuentos hablan de ese idioma maravilloso que es el español, el nuestro, en sus distintas vertientes. La segunda habla de… mejor es que leáis el libro y saquéis vuestras propias conclusiones.
L.A.: Cuéntanos un poco acerca de tu blog Cuentos de Marieta.
M.A.: Nunca pensé que un blog pudiera dar tantas satisfacciones. Cada mes publico tres de mis cuentos, luego poesías, colaboraciones, discursos, paseos, personajes, lo que me guste o me llame la atención. Por las mañanas compruebo las visitas recibidas el día anterior y me emociona pensar que puedo compartir mis inquietudes literarias con tantas personas de tan diferentes países. Esto de las nuevas tecnologías parece magia.
L.P.: ¿Qué te queda de Cuba, Marieta?
M.A.: Mi acento, mis amigos, mis recuerdos. Llevo viviendo en España el doble de años de los que viví en Cuba. En mis sueños los amigos se entrelazan los de aquí, los de allá, pero el paisaje siempre es el mismo: valles con palmeras reales, casas de guano, un aguacatero que había en el patio de casa con orquídeas en su tronco…
Amo a Cuba, allí nací. Amo a España, aquí tengo mi hogar. Creo que eso nos ocurre a los que por una razón u otra hemos emigrado a otros países o a otras ciudades.
L.P.: Muchas gracias Marieta, tenemos suerte de tenerte con nosotros!
M.A.: Mi acento, mis amigos, mis recuerdos. Llevo viviendo en España el doble de años de los que viví en Cuba. En mis sueños los amigos se entrelazan los de aquí, los de allá, pero el paisaje siempre es el mismo: valles con palmeras reales, casas de guano, un aguacatero que había en el patio de casa con orquídeas en su tronco…
Amo a Cuba, allí nací. Amo a España, aquí tengo mi hogar. Creo que eso nos ocurre a los que por una razón u otra hemos emigrado a otros países o a otras ciudades.
L.P.: Muchas gracias Marieta, tenemos suerte de tenerte con nosotros!